Un hachazo más.
Con un sistema educativo ya abocado al
fracaso escolar, saturado en ratio de profesor por alumno, con un
baile continuo y en dirección a una cada vez peor calidad de
la impartición de la enseñanza, por culpa del tejemaneje
permanente de los dos grandes partidos, el Gobierno central y el de
la Junta de Castilla la Mancha hacen otro avance hacia la
inservibilidad y la destrucción del sistema educativo.
Si ya en la secundaria despacharon el
pasado curso a 800 profesores interinos, dejando las ya
exiguas capacidades de enseñanza de la Comunidad más
qué mermadas, ¿cuál es el estado en el que
quedarán tras quitarse de encima a 1.700 la Junta en este
curso que entra? Todo esto a la espera de los puestos que serán
recortados en la educación primaria.
Y en el horizonte inminente, ¿qué
se ve? Clases de primaria con cerca de una 30 de alumnos por
clase, de secundaria y bachillerato con ratios aún más
altos, entre los 35 y los 40, profesores absolutamente
saturados de trabajo, ahogados por clases lectivas inabarcables y sin
tiempo material para poder corregir trabajos y preparar aquellas...
¿Es esto calidad de enseñanza? ¿Lo es la pérdida de la gratuidad de los libros de texto? ¿El esqueleto agonizante que quedará por sustituto del transporte escolar?
¿Es esto calidad de enseñanza? ¿Lo es la pérdida de la gratuidad de los libros de texto? ¿El esqueleto agonizante que quedará por sustituto del transporte escolar?
Lo es, según el señor
Marín. Hay medios suficientes para ofrecer de forma austera
una enseñanza de calidad. Todo el alboroto, las acusaciones,
las descalificaciones vertidas no son más que humo con el que los
sindicatos intentan intoxicar a la opinión pública. La
nueva incorporación de la asignatura para Emprendedores será
un avance y un éxito. Los nuevos arreglos para las marginales
escuelas rurales serán todos en provecho de sus
beneficiarios, de la austeridad del presupuesto, del deseo de los contribuyentes, del sacrificio por vadear la situación de
la crisis económica...
Sí. Todo esto es una mejora sin
precedentes de todo el sistema respecto al correcto desarrollo del
modelo educativo. Un modelo educativo que parece tener un boceto que
se dibuja, sucinto, en las acciones de su reformulación.
Asignaturas cada vez más reducidas, cursos más
comprimidos y superficiales, enseñanza más basta y
desdibujada... Sí, sin duda tras un modelo ejemplar de alumno como resultado: poco formado, con poco o ninguno juicio crítico,
enfocado a la situación subordinada de empleado en una
empresa, servil y con la preparación justa para poder
desenvolverse en su puesto de trabajo.
Eso es lo que parecen querer pretender.
¿Y cómo se encala esta
situación? La comunidad educativa, desde docentes a padres y
alumnos, está inmersa en un proceso de cada vez mayor
información, coordinación y movilización desde
vísperas del curso pasado. El curso comienza con convocatorias
de huelgas consecutivas y asambleas en centros para tomar medidas
ante los abusivos recortes del Gobierno. En un ambiente general de
protestas, la defensa de una educación pública y de
calidad se echará a la calle por luchar por el derecho a unos
servicios dignos y de calidad, en un año que termina con una
enconada y crispada situación social, económica y
política y al que le sucederá uno aún más
revuelto.
Y desde el castellanismo, no queda sino
lamentarse por la situación y luchar a sabiendas de lo
evidente: ¿nos ocurriría esto si fuésemos una
sola Autonomía y no estuviésemos troceados en cinco comunidades autónomas? ¿Si hubiese un sentimiento de
hermanamiento entre todos los castellanos? ¿Si nos
identificásemos con lo que somos, con nuestro pasado, con una
historia y una cultura de la que nos han ido despojando? ¿Si
hubiese una mayor implicación en los asuntos públicos
que nos incumben y nos pertenecen?
Mi presencia en la defensa de todos los
servicios públicos será en el calor de las protestas,
en todo lugar donde se pueda establecer un frente de lucha. Será
con la bandera enarbolada, con la pancarta en la mano, al lado de mis
compañeros profesores, alumnos y castellanos, en avance hasta
la consecución de los objetivos por los que nos movemos y que
son de legítima pertenencia nuestra.
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Escrito a 4 de septiembre de 2012
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